7 tips de ahorro para un viaje

Vacaciones, una de las palabras del diccionario que más nos gustan. Si eres un/a viajero/a empedernida, aprovecharás al máximo tus días libres o… ¿eres de esas personas que no viajan por una cuestión económica? ¡No te quedes en casa! Con estos siete tips de ahorro para un viaje barato cumplirás tus sueños sin que tu cartera sufra demasiado. ¡Abróchate el cinturón, que despegamos!

✅ Tal vez te interese:

Cómo prevenir la cinetosis, la enfermedad del viajero.

9 aplicaciones imprescindibles para viajes.

Cómo viajar con tu perro de forma segura.

1. Realiza un presupuesto de lo que tienes pensado gastar

Vale, tienes pensado viajar. Primera pregunta: ¿a dónde? Cuando tengas los destinos sobre la mesa, investiga todo lo que puedas sobre ellos. Internet es una fuente amplísima de información para viajer@s.

¿Por qué debes hacer esto? Así puedes obtener todos los datos relacionados con tu destino. Vamos a poner un ejemplo: quieres viajar al extranjero y tus tres opciones son París, Varsovia y Bucarest.

A medida que ejerzas tu labor de investigación, averiguarás cuáles de ellos son los más asequibles. París, por ejemplo, es una de las capitales europeas más caras. Así que, si tu presupuesto es limitado, descarta esta opción por el momento.

Ten en cuenta que, a la hora de buscar un destino, ya sea internacional o nacional, intervienen muchos factores: fechas, demanda, popularidad, entre otros.

Elabora una plantilla de Excel para sumar los gastos. Te recomendamos poner los siguientes campos.

• Transporte.
• Gasolina (si el medio de transporte es el coche).
• Traslados aeropuerto-hotel/hotel-aeropuerto (si el medio de transporte es el avión).
• Alojamiento.
• Dietas.
• Excursiones.
• Presupuesto de emergencia.

En internet encontrarás información interesante para hacer los cálculos de las dietas. Busca los precios medios de un menú del día en un restaurante, un café, una copa, una cerveza... En base a eso, podrás extraer una estimación precisa del dinero que necesitas para alimentarte durante el viaje y disfrutar de la gastronomía local.

Si el destino que tenías pensado es demasiado caro, puedes optar por buscar una opción más económica, alojarte en una ubicación más alejada del centro, ajustar tu presupuesto o simplemente escoger otra ciudad. ¡No te des por vencid@ tan rápido!

2. Compra los billetes de avión en el momento idóneo

La flexibilidad es lo primero que debes tener en cuenta a la hora de buscar vuelos baratos. Si tratas de buscar un vuelo low cost para el puente de Semana Santa, has de tener verdadera suerte. Cuanto más flexible seas en cuanto a fechas, escalas y destino elegidos, más probabilidades tendrás de encontrar una ganga.

Un consejo que a veces funciona es suscribirse a los boletines de noticias y a las páginas de las aerolíneas en las redes sociales. ¿El motivo? Suelen compartir sus ofertas exprés. Por ejemplo, Ryanair, la aerolínea low cost irlandesa por excelencia, suele publicar gangas en determinados momentos del año.

Vale, puede que estés pensando, ¿cuándo es el mejor momento para comprar un billete de avión? Lo cierto es que existen grandes discrepancias en torno a este tema.

Diversos estudios afirman que, para vuelos a corta distancia, lo ideal es reservar con 7 semanas de antelación, lo que podría suponer un ahorro de hasta un 10%. En cambio, para vuelos transoceánicos lo más recomendable es reservar con 21–28 semanas de antelación. Así, podrías ahorrar entre un 10 y un 20% en el precio final de tu vuelo.

Según Skyscanner, el martes a partir de las 19h es el mejor día de la semana para reservar un billete, puesto que suele ser cuando las aerolíneas actualizan los precios de los asientos.

¿Y las fechas? Tal y como afirma el comparador de vuelos, las épocas en las que se encuentran los vuelos más económicos son: a principios de noviembre y en la última semana de enero.

Si nada de esto te funciona, puedes acudir a Google Flights, un servicio de Google que te permite crear alertas sobre vuelos. Como sabrás, estos servicios son muy volátiles. Cambian cada día. A través de una alerta en tu correo electrónico, estarás siempre informad@. ¡No pagues de más!

3. Ahorra en el cambio de divisas

No todos los países utilizan el euro como moneda y, muy a tu pesar, no todos admiten el pago con tarjeta. Esto significa que necesitarás cambiar tu divisa por la del país que estés visitando.

Sí, puede que estés pensando que, al utilizar los cajeros automáticos para sacar efectivo en un país extranjero, te cobrarán una comisión. Estás en lo cierto, aunque existen alternativas.

La opción más fácil es utilizar la tarjeta de crédito o débito para pagar en todos aquellos establecimientos donde sea posible, aunque debes tener en cuenta que, en algunos países, incluso de este modo, deberás pagar comisiones.

Otra alternativa es hacerte una tarjeta de débito/crédito sin comisiones en el extranjero. Por ejemplo, si eres un/a estudiante Erasmus o un/a ejecutivo/a que viaja mucho, quizá te interese.

Si vas a cambiar de divisa, antes de ir a tu destino, infórmate. Habrá ocasiones en las que te resultará más conveniente hacer el cambio en tu propio país y otras en las casas de cambio de tu destino. Lo que sí debes tatuarte en la frente es esto: ¡No cambiar en el aeropuerto!

4. Factura una maleta

En muchos destinos, los productos de belleza o la ropa son más caros que en nuestro país. Facturando equipaje, podrás llevar todo aquello que necesites y así no tendrás que comprarlo allí. Una vez cerrada, pesa la maleta en una báscula para comprobar que no supere el máximo de peso permitido por la aerolínea en la que viajas. Muchas de ellas aplican elevados costes por kilo de más.

Si viajas en compañía, puedes compartir el precio de la facturación con el resto de los compañeros de viaje. Así el gasto será mínimo y todos llevaréis enseres personales.

5. Compara diferentes alojamientos

El alojamiento quizá sea la parte del viaje que más presupuesto consume. Pese a ello, hoy en día, existen múltiples alternativas a las cadenas hoteleras. Una de las opciones que más triunfa son los alquileres vacacionales, una solución económica y muy cómoda. Piensa que tienes un apartamento para ti y tus compañer@s de viaje sin la concurrencia de más huéspedes por los pasillos. Además, podrás cocinar en él (ahorro seguro).

¿Necesitas algo más económico? La opción más barata suelen ser los albergues, que no tienen por qué ser necesariamente compartidos con personas que no conoces. Existen numerosos hostels con habitaciones privadas, dobles y triples a muy buen precio, limpios y, sobre todo, en pleno corazón de la ciudad.

Si eres más aventurero/a también puedes hacer couchsurfing, es decir, que alguien te cede una cama o sofá de su casa, a expensas de que, en un futuro, si el anfitrión decide ir a tu ciudad, también podrá hacer uso de tu casa para dormir. ¿Te animas?

6. Excursiones, museos y comida, en busca de lo económico

Dos de las cosas que más enriquecen culturalmente son las excursiones y las visitas a los museos de la ciudad. Por desgracia, la mayoría no son gratis y, si en un mismo destino hay siete museos diferentes, la cantidad a invertir en cultura es elevada.

Ante esto, existen alternativas. De hecho, la inmensa mayoría de estos espacios ofrecen un día de puertas abiertas totalmente gratis. Puedes informarte de cuál es el día en sus páginas web.

En cuanto a las excursiones, puedes buscar a través de páginas especializadas como, por ejemplo, Civitatis, un sistema especialista en viajes que ofrece múltiples servicios. Entre ellos se encuentran los free tours, un recorrido por la ciudad en el que un guía te explica lo más reseñable. Al término del recorrido, tú eliges qué cantidad quieres pagar por él. Para hacer el cálculo, piensa en cuánto te ha gustado la actividad y en los precios medios de la ciudad. El mínimo está en unos 10 €. 

La comida es otro de los grandes chorreos de dinero en un viaje. Imagínate comer todos los días en restaurantes. En un viaje de una semana, tres comidas al día… ¡Un dineral!

Una de las formas más sencillas es hacer un planning. Por ejemplo, por la mañana, que es más probable que hagáis turismo y no queráis invertir tiempo en comer en un restaurante, podéis comprar comida en un supermercado y preparar bocadillos. Dejad los restaurantes para la noche. Después de un largo día, daos una ducha, arreglaos y salid a cenar. Disfrutad de la ciudad por la noche, de sus bares de ocio y de su gente. ¡Os encantará!

7. Piensa en los souvenirs que vas a traer

Haz un listado de las personas a las que traerás un regalo de tus vacaciones, piensa en sus gustos y acierta de lleno. Haz una estimación de lo que vas a gastar en cada uno y no te salgas de ahí.

No olvides que es un detalle y, además, muchos de los objetos que se venden en mercadillos no pueden subirse a bordo de un avión. Imanes, pulseras, postales o camisetas son algunas opciones por las que puedes decantarte para demostrar tu amor a tus más allegados y, además, no son extremadamente caros.

¿Todo listo? Prepara las maletas y disfruta de tu viaje.

✅ También puede interesarte:

Cómo activar y desactivar la depuración USB.

YOMVI: qué es y cómo funciona.

JKAnime app descargar.