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¿Cómo ahorrar gastos en una comunidad de vecinos?

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¿Demasiados gastos en tu comunidad de vecinos? Plantea una junta extraordinaria para lidiar con los sobrecostes.

Al adquirir una vivienda, muchas personas se centran en el coste de la hipoteca y los gastos asumibles dentro del propio hogar. Pero… ¿qué hay de los gastos de la comunidad de propietarios? Te contamos cuáles son los más habituales y cómo puede tu bloque ahorrar al máximo en las cuotas mensuales.

¿Cuáles son los gastos de una comunidad de vecinos?

Según datos de 2018 reflejados en el portal Statista, España es uno de los países europeos en los que mayor porcentaje de población vive en bloques de pisos. Si bien, existe otra posibilidad de comunidades de vecinos, los chalés adosados con zonas comunes.

Independientemente de la tipología de comunidad de propietarios, este tipo de convivencia trae consigo una serie de beneficios a sus vecinos. Desde las más sencillas, como ascensores para facilitar la accesibilidad a sus propietarios, hasta las más modernas, como piscinas, gimnasios y pista de pádel para el ocio de sus inquilinos.

Pero disfrutar de estos servicios e instalaciones requiere de unos gastos de mantenimiento. Un coste que tendrá que abonar rigurosamente cada propietario.

La mejor forma de llevar un control de la economía de la propiedad es mediante un administrador de fincas profesional. Aunque lo más habitual es que se nombre un presidente que se encargue de seguir rigurosamente los gastos y proponer alternativas de ahorro para todo el vecindario.

Gastos ordinarios

Los gastos ordinarios de una comunidad de propietarios son aquellos que vienen determinados por el mantenimiento y la puesta a punto del edificio en su día a día. Se consideran gastos de obligado cumplimiento y pago.

Normalmente, son los vecinos quienes los desglosan en una junta vecinal, así como los métodos a seguir y la cuota a pagar mensualmente para hacer frente a los gastos comunes. Estos son algunos de ellos:

  • Electricidad.
  • Consumo de agua.
  • Limpieza.
  • Sistema de calefacción central.
  • Mantenimiento de las instalaciones, por ejemplo, la fachada, las tuberías o la pintura del portal.
  • Portería, en caso de que haya un portero físico.
  • Seguros.
  • Jardines.
  • Piscina.
  • Gastos municipales. Esto varía de unas zonas a otras. Algunos ayuntamientos, por ejemplo, imponen a las comunidades de vecinos una tasa de recogida de basuras.
  • Opcional: administrador de fincas titulado.

Gastos extraordinarios

Los gastos extraordinarios, como su propio nombre indica, son aquellos que no se encuentran en el presupuesto anual. Entonces… ¿cómo se hace frente a ellos? Muy sencillo: se convoca una junta vecinal y se debate sobre el gasto extraordinario, normalmente, son reformas, obras o reparaciones.

Una vez acordada la solución, se decide la modalidad de pago, que puede ser con los ahorros de la comunidad o a través de una derrama. Este último aspecto que puede incrementar la cuota mensual por propietario.

Medidas para ahorrar

Nadie quiere pagar más, pudiendo pagar menos (y con buen servicio de por medio). Por eso, te ofrecemos algunos consejos para que consigas ahorrar en tu comunidad de vecinos:

  1. Instalar dispositivos LED con sensores de movimiento. De esta forma, se evita el desperdicio de energía y se produce un ahorro considerable.
  2. Ponerse en contacto con la compañía energética y contratar una tarifa acorde a las necesidades eléctricas de la comunidad.
  3. Considerar el cambio a una caldera de gas natural.
  4. Comparar entre los distintos proveedores de gasóleo para encontrar el que mejor se adapte a vuestras necesidades y presupuesto.
  5. Contratar un administrador de fincas. Sí, puede que pienses que es un gasto extra, pero nadie mejor que esta figura para encontrar los costes del vecindario innecesarios y resolverlos consecuentemente. Y si no, siempre podréis recurrir a la persona más organizada del vecindario para que administre las finanzas de la comunidad
  6. Para las fincas con jardines comunes, recomendamos instalar un sistema de riego automático. De esta forma se evita el gasto excesivo de agua.
  7. El ascensor. Según la OCU, no es necesario contratar el servicio de mantenimiento del fabricante, podéis optar por buscar otra vía alternativa para ahorrar un dinero.

Seguros para comunidades de vecinos

Como hemos visto, en las comunidades de propietarios conviven numerosas personas. Por este motivo precisamente, las zonas comunes son más sensibles de sufrir desperfectos. Una forma de promover la tranquilidad del vecindario y mantener las zonas comunes e instalaciones como el primer día es contratando un seguro para comunidades de propietarios. ¡La póliza idónea!

Se trata de un producto asegurador de carácter no obligatorio, tal y como afirma la Ley de Propiedad Horizontal. Eso sí, algunas CCAA sí que imponen la necesidad de contratar una póliza que cubra, como mínimo, los riesgos de incendio y de responsabilidad civil frente a terceros.

Coberturas

  1. Incendios que se produzcan por alguna de las garantías contempladas en la póliza y siempre que afecten a las zonas comunes e instalaciones de la propiedad.
  2. Responsabilidad civil. Esta, junto con la de incendio, es una de las más importantes, ya que garantiza que ante una situación ajena a la voluntad de los propietarios, el seguro se hará cargo. Ejemplo: un invitado resbala por el vaso de la piscina y, a consecuencia de ello, le ponen un cabestrillo. Podría tomar acciones legales y para evitar que afecten negativamente a la comunidad de vecinos, lo mejor es contar con la cobertura de RC.
  3. Daños eléctricos. Las subidas de tensión, sobrecargas o cortocircuitos estarán cubiertos, siempre dentro de unos límites prefijados en las Condiciones Generales del Seguro.
  4. Daños por agua, como por ejemplo, las goteras.
  5. Rotura de cristales. Reparación o reposición de las lunas rotas a consecuencia de un siniestro contemplado en la póliza. Consulta con la entidad aseguradora qué situaciones ampara.
  6. Daños estéticos. Una cobertura pensada para reparar, restaurar o reponer los daños estéticos que pueda sufrir el inmueble.
  7. Desatasco de tuberías. Las tuberías de una comunidad de vecinos sufren más que las de una vivienda unifamiliar. El uso y el desgaste pueden provocar atascos.
  8. Robo de material o mobiliario de la comunidad de propietarios. Queda excluido el hurto.
  9. Accidentes a los empleados. Porter@s, jardiner@s, socorristas… En una comunidad de vecinos pueden trabajar múltiples empleados. Para garantizar su seguridad (y la vuestra), lo mejor es contratar la garantía que cubra los accidentes.
  10. Defensa jurídica en caso de que la comunidad se vea envuelta en una situación que precise asistencia legal.
  11. Actos vandálicos por personas ajenas a la comunidad.