Salud y bienestar

Cómo puedes revisar tu piel: la regla del ABCDE

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Hay que estar muy atent@ a cualquier cambio en nuestra dermis. ✅ Te contamos cómo puedes revisar tu piel y cuáles son los signos de alarma para acudir al especialista.

La piel es nuestro mayor órgano y el más expuesto. Es muy importante acudir a revisiones regulares, fundamentalmente, si presentas lesiones (lunares, verrugas, manchas, sensibilidad, dermatitis, hongos…).

Cualquier cambio debe ponerte en alerta y hacer que pidas cita con el especialista. Para eso hay que dedicar un poco de tiempo a la autoexploración.

Te contamos las claves para una autorevisión efectiva. Como sabes, la prevención es el mejor tratamiento.

El dermatólogo es el especialista encargado del estudio y tratamiento de la piel, mucosas, cabello y uñas.


Incidencia del cáncer de piel

Una de las enfermedades que más crecimiento ha registrado en las últimas décadas es el cáncer de piel. Está demostrado que gran número de casos tienen una estrecha vinculación con la exposición a los rayos ultravioleta (UV).

Según la AECC, un tercio de los diagnósticos de cáncer son cáncer de piel. Solo en España se diagnosticaron 21.363 casos en 2018. 

La mayoría de fallecimientos a causa de melanoma podría haberse evitado si los pacientes hubieran acudido a su especialista al detectar los primeros signos.

EL 95% DE LOS CASOS DE MELANOMA SON CONSECUENCIA DIRECTA DE LA SOBREEXPOSICIÓN SOLAR O UNA ALTA SENSIBILIDAD.


¿Cuáles son los tipos de cáncer de piel más habituales?

Los tipos de cáncer de piel más habituales son tres:

  1. Carcinoma de células basales. Es el más frecuente (80-90% de los carcinomas de piel). Suele aparecer en las zonas más expuestas al sol. No son metastásicos, aunque su crecimiento es lento pero progresivo. Se producen por un crecimiento de las células basales en la epidermis.

  2. Carcinoma de células escamosas. Es el segundo carcinoma más frecuente (20-25% de los carcinomas cutáneos). Puede aparecer en cualquier parte, aunque con frecuencia también lo hace en zonas más expuestas. Su aspecto es el de heridas elevadas con costras que sangran fácilmente. Su riesgo se incrementa con la edad. Tiene capacidad de desarrollar metástasis, aunque solo afectando a ganglios y en casos muy avanzados.

  3. Melanoma. Es el tumor maligno menos frecuente, pero el más agresivo y con mayor capacidad de invadir tejidos sanos de otras partes del cuerpo. No solo pueden aparecer en la piel, sino también en las mucosas (boca, vagina, recto, nariz...) e incluso, en el interior de los ojos. El 95% de los casos son consecuencia directa de la sobreexposición solar o una alta sensibilidad.


¿Cómo puedes revisar tu piel? La regla del ABCDE

La exploración de la piel, especialmente de los lunares y otras lesiones, es esencial para la detección precoz de cáncer u otras afecciones cutáneas.

Los lunares pueden aparecer a lo largo de nuestra vida o ser congénitos. En cualquier caso, es fundamental estudiar su aspecto y si notamos algún cambio, acudir al dermatólogo para un diagnóstico preciso.

Para la autoexploración, sigue una sencilla regla: la del ABCDE. Ante cualquier lesión en la piel que presente estas características, acude de inmediato al especialista:

  • A-ASIMETRÍA: la parte izquierda y derecha no son iguales.
  • B-BORDES: irregulares.
  • C-COLOR: presenta un color variado, no uniforme.
  • D-DIÁMETRO: mayor de 6 mm.
  • E-EVOLUCIÓN: si notas cambios a lo largo del tiempo, solicita un diagnóstico detallado.

Prevención del cáncer de piel

Es importante que conozcamos los factores de riesgo de desarrollo de cáncer de piel con el fin de acudir con mayor frecuencia a revisiones al dermatólogo:

  • Exposiciones prolongadas a la radiación solar: aumentan drásticamente el riesgo de melanoma, sobre todo las que provocan quemaduras en edades tempranas. Recuerda que la piel tiene memoria.
  • Fototipos de piel: las personas con fototipos cutáneos I y II tienen mayor sensibilidad al sol y por tanto, deben extremar las precauciones. Son personas con la piel blanca, pelo rubio o pelirrojo y ojos claros. Nunca se broncean y se queman con frecuencia.
  • Cantidad de lunares: el riesgo melanoma aumenta en relación al nº de nevus (lunares) (> 50 nevus) y sus características.

Como vemos, la exposición solar sí es un factor que debemos controlar. Basta con seguir unas pautas básicas:

  • En cualquier época del año debemos utilizar protección solar siempre que estemos en el exterior. Debemos extenderla de manera generosa para asegurarnos de que cubre bien. El factor nunca debería ser menor de 30. Es recomendable renovarla cada 2 horas.
  • Evitar la exposición solar en las horas centrales de día, cuando la incidencia de los rayos UV es mayor.
  • No acudir a salones de bronceado, pues el riesgo de cáncer se incrementa exponencialmente.

Disponer de un seguro de salud garantiza poder acudir al dermatólogo de tu elección sin esperas. Si vas a contratar una póliza o ya dispones de una, asegúrate de que dispones de la cobertura de dermatología.