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¿El seguro de salud cubre la fisioterapia?

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Los tratamientos de fisioterapia son importantes para tratar dolencias físicas que, a la larga, pueden convertirse en disfunciones crónicas. Te explicamos si tu seguro de salud puede cubrir la fisioterapia.

Tratamientos de fisioterapia en el seguro de salud

La fisioterapia es una disciplina de las ciencias de la salud que pretende diagnosticar, prevenir y tratar los síntomas relativos a dolencias físicas. Lo hace a través de múltiples tratamientos, como, por ejemplo:

  • Ejercicios terapéuticos.
  • Técnicas manuales (estiramientos, tracciones, masoterapia, etc.).
  • Agentes físicos (electricidad, ultrasonido, aplicación de calor, frío, agua, etc.).

Una de las premisas más cuestionadas es la de si este tipo de tratamientos están cubiertos por los seguros de salud privados. La respuesta es: sí. Normalmente, esta especialidad está contemplada por cualquier póliza de salud (eso sí, conviene concretarlo en el momento de la formalización de la póliza).

¿En qué supuestos cubre el seguro los tratamientos de fisioterapia?

Para acceder a la garantía de fisioterapia en los seguros de salud, la dolencia debe estar prescrita por un especialista del cuadro médico de la aseguradora, una figura encargada de diagnosticar la gravedad de la lesión y calcular el número de sesiones necesarias.

Los médicos facultativos que se encargan de esta labor se encuadran en estas tres áreas:

  • Médicos rehabilitadores.
  • Reumatólogos.
  • Traumatólogos.

Esto significa que tu seguro de salud te cubrirá un determinado número de sesiones de fisioterapia siempre y cuando te lo haya mandado un especialista de una de estas tres ramas.

¿Cuáles son las coberturas más comunes?

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Las coberturas de fisioterapia son similares en la mayoría de entidades aseguradoras. En cualquier caso, están pensadas para ofrecer asistencia ante dolencias por medio de ejercicios terapéuticos o técnicas manuales. Estas son las más comunes:

  • Consultas con especialistas.
  • Diagnóstico de la dolencia.
  • Tratamiento.
  • Acceso a fisioterapia especializada.

Fisioterapia y rehabilitación

Hay que diferenciar entre los casos en los que un paciente necesita tratamientos de fisioterapia y los casos en los que necesita rehabilitación,. Son especialidades distintas.

La rehabilitación ayuda a recuperar el estado de salud que un paciente ha perdido a causa de una enfermedad u otro condicionante. Esto incluye otras disciplinas como el acceso a logopedas, terapias ocupacionales, consultas con psicólogos y, por supuesto, la rehabilitación y medicina física como especialidad médica.

La rehabilitación y la fisioterapia, suelen tratarse de forma conjunta en los seguros de salud. Si bien, la medicina rehabilitadora se centra en otras variantes. Dentro de esta prestación pueden darse las siguientes opciones:

  1. Rehabilitación neurológica. Para los pacientes que han sufrido un daño cerebral.
  2. Rehabilitación del suelo pélvico tras dar a luz. Esta cobertura es para mujeres que han sufrido disfunciones derivadas del embarazo o el parto.
  3. Rehabilitación cardiaca. Las personas que han sufrido paros cardiacos o se han sometido a cirugía cardiaca pueden acceder a esta cobertura si la póliza lo contempla.

Conviene destacar que ambas disciplinas son complementarias. Su fusión es la mejor vía para tratar el dolor, especialmente para las disfunciones crónicas. Recurrir a rehabilitación y fisioterapia de forma coordinada ayuda a reducir la intensidad del dolor y, también, a controlar el foco que lo origina.

¿Puedo elegir cualquier centro?

Sí, siempre que tenga convenio con la entidad aseguradora con la que tienes contratado el seguro de salud. Las opciones están contempladas en el cuadro médico. En la mayoría de casos, las compañías cuentan con un buscador online que permite, en base a tu ubicación, elegir el centro de fisioterapia que mejor se adapte a ti.

Otros aspectos a tener en cuenta

Periodo de carencia

Al igual que ocurre en otras muchas garantías de los seguros de salud, es importante prestar atención a los periodos de carencia. En la mayoría de aseguradoras se establece un lapso de tiempo en el que no podrás acceder a las garantías de rehabilitación y fisioterapia, normalmente seis meses. Aunque todo dependerá de la compañía y las particularidades de la póliza.

Sesiones anuales

También debes prestar atención al número de sesiones a las que podrás acceder a través de tu póliza. Como decíamos, por regla general, suelen ser ilimitadas pero debes leer atentamente las Condiciones Generales del Seguro para mayor seguridad.

No importa la edad

A medida que avanzamos en edad, nuestro cuerpo se resiente y pueden aparecer dolencias físicas. Por eso, la geriatría es una especialidad que recurre a los tratamientos de fisioterapia para tratar los dolores físicos más comunes en personas mayores y también prevenir otros muchos, por ejemplo, la artritis.

Sin embargo, las personas más jóvenes también deberían recurrir a la fisioterapia cuando se producen dolencias leves, con el objetivo de evitar que se agraven en el futuro. ¡Más vale prevenir que curar!

Por ejemplo, un dependiente de una tienda de ropa, que trabaja de cara al público y pasa 8 horas de su jornada laboral de pie, levantando peso y agachándose frecuentemente es probable que sufra problemas en las lumbares y en las cervicales. ¿El mejor método para tratar eso? La fisioterapia, y si está incluida en el seguro de salud, aún mejor.