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Estrés financiero: cómo afecta a nuestra salud

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La salud física y mental son las principales perjudicadas ante el estrés financiero. ¿Hasta qué punto nuestra economía personal influye en nuestra salud?


En la última encuesta del CIS, la crisis económica y sus derivados son considerados los principales problemas de los españoles. Esto puede desencadenar lo que se conoce como “estrés financiero”.

El estrés financiero se define como el impacto que generan los problemas económicos en nuestra salud física y mental.

En otras palabras, una “mala salud financiera” aumenta la probabilidad de empeorar la salud personal. El principal síntoma es la ansiedad, pero hay otros. Veamos cuáles son.




El impacto del estrés financiero en nuestra salud

Depresión, insomnio e incluso problemas cardiovasculares y alteraciones del sistema inmunitario son otras de las afecciones del estrés financiero.

Nuestro bienestar está asentado sobre tres pilares fundamentales: la familia, nuestro contexto social y la situación laboral. Si alguno de estos elementos falla, nuestro equilibrio se tambalea y comienza el efecto dominó sobre nuestra salud.

El estudio Cigna COVID-19 Global Impact determinó que los principales motivos de estrés en nuestro país son las finanzas personales (30%), la situación económica de la familia (29%), seguido por la profunda sensación de incertidumbre, miedo al contagio y la sobreexposición de noticias referentes a la pandemia.

Un 45% de los encuestados del estudio de Cigna definieron su situación económica como mala o ajustada, especialmente entre los mayores de 50 años (57%) y los jóvenes entre 18 y 24 (48%). Las franjas de edad de 25 a 34 años (29%) y los de 35 a 49 (44%) son los que mejores perspectivas económicas mostraron.


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El antes y el después de la pandemia en las economías domésticas

El informe revela que un 46% de los españoles tiene problemas para mantener el nivel de vida al que estaba acostumbrado antes de la crisis sociosanitaria. Especialmente, a la hora de afrontar gastos relativos a ocio y vacaciones.

El deterioro de las finanzas parece bastante generalizado. Un 33% de los encuestados declaró que su economía se ha visto afectada por la pandemia.


Consejos para lidiar con el estrés financiero

Aunque los problemas económicos siempre son complejos de gestionar, desde BBVA nos dan una serie de recomendaciones que nos parecen interesantes para plantar cara a esta situación.


1. Haz un desglose detallado de gastos

Es el momento de coger papel y boli (o una hoja de cálculo) y apuntar todos los ingresos y gastos de manera detallada. Se trata de ver de dónde nos vienen los principales gastos y si podemos recortar alguno más superfluo.

En la medida de lo posible, conviene trazar un plan de ahorro y no desviarse de él. Es decir, meter en una hucha virtual o física una cantidad de dinero todos los meses.

También ayuda establecer mínimos y máximos para determinadas partidas presupuestarias. Por ejemplo: gasto máximo en ropa y complementos todos los meses, dinero dedicado a ocio, etc.

Las apps de las entidades financieras facilitan el seguimiento de los gastos en gran medida sin costes adicionales.

También hay apps destinadas a la gestión de finanzas y control de gastos que pueden resultar muy útiles para llegar a tus metas o, incluso, para hacer inversiones.




2. Mejorar tu educación financiera

Tener conocimientos financieros te ayudará a tomar las mejores decisiones, aumentará tu habilidad a la hora de invertir o gastar y evitar situaciones de endeudamiento excesivo.


3. Abandonar los malos hábitos

Los malos hábitos como el consumo de alcohol o estupefacientes u otras adicciones como el juego pueden desencadenar problemas financieros. Y viceversa: estos problemas también son muchas veces consecuencia de finanzas débiles, entre otros condicionantes. 

Si detectas cualquier tipo de adicción, es importante que digas “basta”. Ponte en manos de un especialista que te ayude a reencauzar tu vida.


4. Asesórate bien

Tanto en lo concerniente a ayudas estatales o regionales, como de organizaciones privadas. Muchas entidades pueden ayudarte a salir del bache. Infórmate y no tengas miedo a preguntar.