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Te explicamos cómo se reparte la herencia sin testamento y cómo saber si una persona fallecida dejó testamento o no.
¿Qué ocurre cuando una persona fallece sin testamento? ¿Cómo se reparte una herencia sin testamento? A lo largo del artículo respondemos a estas preguntas que todos nos hemos hecho alguna vez. En primer lugar, entendamos cómo se hace un testamento, qué necesitas y cuáles son las ventajas de disponer tus últimas voluntades.
El testamento es el documento que recoge la voluntad de una persona para repartir su patrimonio entre sus herederos, una vez haya fallecido, pero ¿cómo se hace un testamento? ¿Es necesario hacerlo ante notario? Encontramos dos tipos de testamento: el ológrafo y el notarial.
Es el testamento manuscrito y firmado por el testador (la persona que redacta el testamento). Debe incluir el día, mes y año y, en el caso de que contenga tachones o correcciones, el firmante debe darles validez indicando que son correctos. Otros requisitos indispensables son ser mayor de edad y hallarse en pleno uso de facultades.
Una vez fallecido el testador, la persona que esté en posesión del testamento deberá acudir a un juzgado de primera instancia en un plazo máximo de 10 días. También podría presentarlo ante sus herederos, albaceas o legatarios, si los hubiera.
El testamento ológrafo parece muy sencillo. Cualquiera puede hacerlo desde casa. Sin embargo, como veremos más adelante, los trámites posteriores para darle validez pueden ser muy costosos. Además, demostrar su autenticidad en caso de impugnación no es nada sencillo.
El testamento notarial es el más habitual y tiene la ventaja de ser una escritura pública. Además, ofrece el asesoramiento del notario para que lo dictado sea legal. Otra utilidad muy importante es que el propio notario será quien custodie el testamento y remita el parte del mismo al Registro de Últimas Voluntades, del que hablaremos más adelante.
El trámite es muy sencillo. Para hacer un testamento la única documentación necesaria es el DNI. ¿Cuánto cuesta un testamento? El importe suele oscilar entre los 38 y los 50€ (según datos del Consejo General del Notariado), aunque la cantidad puede incrementarse en casos especiales. Además, es importante saber que el testamento es un documento revocable, es decir, que puede cambiarse las veces que uno quiera.
Cuando una persona fallece sin testamento se procede a la declaración de herederos abintestato. Esto significa que rige la ley el Derecho de Sucesiones, o Derecho Sucesorio, que regula el traspaso de bienes del fallecido a sus herederos legítimos.
El Código Civil establece la herencia legítima como el porcentaje de bienes de los que el testador no puede privar a sus llamados "herederos forzosos". Estos siguen un orden de parentesco.
Si la persona tuviese hijos, ascendientes o cónyuge, deberán acudir a un notario para hacer una declaración de herederos abintestato. En el caso de otro tipo de parientes o personas interesadas, el proceso se hace más complejo y requiere la intervención de un juez.
El llamado caudal hereditario es el patrimonio completo de una persona tras fallecer. Incluye bienes, acciones y derechos que no se extingan tras el fallecimiento.
Se divide en tres tercios:
Ten en cuenta que diversas comunidades autónomas, como Galicia, Cataluña, Aragón e Islas Baleares, introducen cambios en el reparto anterior.
Siempre que se hace un testamento ante notario, este levanta un acta en el Registro de Actos Última Voluntad, un órgano dependiente del Ministerio de Justicia.
Allí es donde debes solicitar la expedición del Certificado de Últimas Voluntades, que es el documento oficial que reconoce si el fallecido tiene testamento o no. Dispones de 15 días para hacerlo y puedes solicitar la ayuda de un notario. En España, según datos del Consejo General del Notariado, en 2020 se realizaron 628.695 testamentos, un 4% menos que el año anterior.
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Te explicamos cómo se reparte la herencia sin testamento y cómo saber si una persona fallecida dejó testamento o no.
¿Qué ocurre cuando una persona fallece sin testamento? ¿Cómo se reparte una herencia sin testamento? A lo largo del artículo respondemos a estas preguntas que todos nos hemos hecho alguna vez. En primer lugar, entendamos cómo se hace un testamento, qué necesitas y cuáles son las ventajas de disponer tus últimas voluntades.
El testamento es el documento que recoge la voluntad de una persona para repartir su patrimonio entre sus herederos, una vez haya fallecido, pero ¿cómo se hace un testamento? ¿Es necesario hacerlo ante notario? Encontramos dos tipos de testamento: el ológrafo y el notarial.
Es el testamento manuscrito y firmado por el testador (la persona que redacta el testamento). Debe incluir el día, mes y año y, en el caso de que contenga tachones o correcciones, el firmante debe darles validez indicando que son correctos. Otros requisitos indispensables son ser mayor de edad y hallarse en pleno uso de facultades.
Una vez fallecido el testador, la persona que esté en posesión del testamento deberá acudir a un juzgado de primera instancia en un plazo máximo de 10 días. También podría presentarlo ante sus herederos, albaceas o legatarios, si los hubiera.
El testamento ológrafo parece muy sencillo. Cualquiera puede hacerlo desde casa. Sin embargo, como veremos más adelante, los trámites posteriores para darle validez pueden ser muy costosos. Además, demostrar su autenticidad en caso de impugnación no es nada sencillo.
El testamento notarial es el más habitual y tiene la ventaja de ser una escritura pública. Además, ofrece el asesoramiento del notario para que lo dictado sea legal. Otra utilidad muy importante es que el propio notario será quien custodie el testamento y remita el parte del mismo al Registro de Últimas Voluntades, del que hablaremos más adelante.
El trámite es muy sencillo. Para hacer un testamento la única documentación necesaria es el DNI. ¿Cuánto cuesta un testamento? El importe suele oscilar entre los 38 y los 50€ (según datos del Consejo General del Notariado), aunque la cantidad puede incrementarse en casos especiales. Además, es importante saber que el testamento es un documento revocable, es decir, que puede cambiarse las veces que uno quiera.
Cuando una persona fallece sin testamento se procede a la declaración de herederos abintestato. Esto significa que rige la ley el Derecho de Sucesiones, o Derecho Sucesorio, que regula el traspaso de bienes del fallecido a sus herederos legítimos.
El Código Civil establece la herencia legítima como el porcentaje de bienes de los que el testador no puede privar a sus llamados "herederos forzosos". Estos siguen un orden de parentesco.
Si la persona tuviese hijos, ascendientes o cónyuge, deberán acudir a un notario para hacer una declaración de herederos abintestato. En el caso de otro tipo de parientes o personas interesadas, el proceso se hace más complejo y requiere la intervención de un juez.
El llamado caudal hereditario es el patrimonio completo de una persona tras fallecer. Incluye bienes, acciones y derechos que no se extingan tras el fallecimiento.
Se divide en tres tercios:
Ten en cuenta que diversas comunidades autónomas, como Galicia, Cataluña, Aragón e Islas Baleares, introducen cambios en el reparto anterior.
Siempre que se hace un testamento ante notario, este levanta un acta en el Registro de Actos Última Voluntad, un órgano dependiente del Ministerio de Justicia.
Allí es donde debes solicitar la expedición del Certificado de Últimas Voluntades, que es el documento oficial que reconoce si el fallecido tiene testamento o no. Dispones de 15 días para hacerlo y puedes solicitar la ayuda de un notario. En España, según datos del Consejo General del Notariado, en 2020 se realizaron 628.695 testamentos, un 4% menos que el año anterior.