Seguros

Duración del seguro: vigencia, prórrogas y otras particularidades

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Conocer las condiciones y particularidades de todos los productos y servicios que contratas debe estar entre tus prioridades. Altas, duración, cancelación... Estas son algunas de las situaciones que, por desconocimiento, muchas veces pasamos por alto.

Los seguros, como cualquier otro contrato, tienen un periodo de validez. Por eso, es importante estar al día sobre cuáles son los tiempos de vigencia de la póliza. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre la duración del seguro para evitar que sufras sorpresas indeseadas.

Duración del contrato del seguro

Normalmente, la duración de un seguro, independientemente de su modalidad, es de carácter anual. Si bien, el periodo de vigencia de la póliza se determina en el momento de la formalización del contrato y siempre debe pactarse entre cliente y entidad. Según la Guía para la Contratación del Seguro, en España, la ley impide ampliar esta relación contractual más de 10 años, salvo en el caso de los seguros de vida.

Para garantizar la comodidad del servicio, si el deseo del cliente es continuar la relación año tras año, es posible efectuar prórrogas de contrato de manera automática. Esto significa que no tendrás que notificar continuamente a la aseguradora que quieres renovar el contrato, sino que, si no dices nada, el contrato se renovará directamente. Como decíamos, normalmente, las prórrogas suelen ser de carácter anual, si no hay contraposición por ninguna de las dos partes.


Es posible efectuar prórrogas de contrato de manera automática


Si no quiero prórrogas del seguro, ¿qué hago?

En caso de no querer prorrogar la relación cliente-aseguradora, ya sea por un cambio de compañía o por falta de fondos para hacer frente a los pagos, es preciso notificarlo en un periodo de tiempo estipulado. Esto se aplica en ambos casos, es decir, ya sea por parte del cliente o por parte de la entidad . 

¿Cuál es la forma correcta de hacerlo? Si eres un particular, debes crear un documento escrito en el que quede constancia de tu voluntad de no prorrogar el contrato y notificarlo a la aseguradora con, al menos, un mes de antelación a la finalización de la vigencia de la póliza. 

Si fuese la entidad aseguradora quien quisiera dar por finalizado el contrato, la Ley del Contrato de Seguro impone un plazo mayor para oponerse a la prórroga, concretamente, dos meses antes de la finalización de la vigencia de la póliza. ¿El motivo? Ponerte las cosas fáciles por si tienes que contratar un nuevo seguro rápidamente.


“El asegurador deberá comunicar al tomador, al menos, con dos meses de antelación a la conclusión del período en curso, cualquier modificación del contrato de seguro”. Ley del contrato de seguro.


Imagina que tu compañía de seguros de automóvil decide finalizar vuestra relación contractual y que para trabajar dependes del coche. Necesitarás un periodo para comparar entre compañías y estudiar las coberturas. Por eso el plazo es mayor.  

Las condiciones y plazos de la negación de la prórroga, independientemente de si viene de la entidad aseguradora o del cliente, deben incluirse en las condiciones generales de la póliza.

Seguros temporales

Por regla general, los seguros suelen ser de larga duración. Sin embargo, con el objetivo de adaptarse a los nuevos mercados y consumidores, las entidades aseguradoras han reinventado su cartera de productos. Así nacieron los seguros temporales.

Los seguros temporales son productos que el cliente puede contratar por periodos de tiempo determinados, por ejemplo, una semana. De esta forma, las coberturas únicamente estarán disponibles durante ese tiempo.

Se trata de la opción perfecta para actividades estacionales, por ejemplo, los viajes al extranjero. Sin embargo, tienden a ser más caros que las pólizas de larga duración. 

Actualmente, contratar un seguro de este tipo es muy sencillo. En la mayoría de casos, existen múltiples páginas web orientadas a ofrecer seguros temporales con variedad de coberturas, siempre acordes a las necesidades del cliente. 

Uno de los ejemplos más comunes son los seguros de viaje, un producto que la mayoría de clientes suele contratar por periodos cortos de tiempo, especialmente, de cara a las vacaciones. 

Ejemplo de seguro temporal: seguro de viaje

maletas

El seguro de viaje es un producto asegurador de carácter temporal cuya contratación está cada vez más en auge, sobre todo, para los viajes al extranjero. El porqué es muy sencillo: promueven la tranquilidad del viajero o viajeros en una amplia gama de situaciones. Algunas de las coberturas más comunes son:

  • Pérdida del equipaje.
  • Vuelos cancelados.
  • Atención sanitaria (primaria o de urgencia).
  • Repatriación de alguno de los integrantes del viaje.

Las coberturas y precios de los seguros de asistencia en viaje se calculan en función de dos variables

  1. Destino.
  2. Tipo de viaje. 

Para que entiendas el concepto, de cara al seguro, que planees hacer un Interrail por Europa siempre implicará menos riesgo que viajar a Australia, aunque no vayas a nadar con tiburones. Recuerda, las aseguradoras evaluarán el riesgo  y, en base a la categoría y las coberturas, establecerán un coste final.