¿Cuánto tiempo dejar encendida la calefacción para evitar gastar de más?
Descubre cuánto tiempo es recomendable dejar encendida la calefacción para mantener tu hogar cálido y cómodo sin gastar de más en tu factura de energía.
Con la llegada del invierno, el uso de la calefacción se vuelve indispensable para mantener los hogares cálidos y confortables. Sin embargo, uno de los mayores desafíos es encontrar el equilibrio entre mantener una temperatura agradable y evitar un aumento excesivo en la factura de la energía.
La pregunta que muchas personas se hacen es: ¿cuánto tiempo se debe dejar encendida la calefacción para no gastar de más? En este artículo, te ofreceremos consejos prácticos y estrategias para hacer un uso eficiente de la calefacción sin comprometer el bienestar de tu hogar.
Índice:
1. Entiende tu sistema de calefacción.
2. Calefacción: tiempos de encendido.
3. Uso de termostatos inteligentes y temporizadores.
4. Temperaturas recomendadas para el uso eficiente de la calefacción.
5. Optimiza el aislamiento de tu hogar.
6. Consejos adicionales para reducir el tiempo de uso de tu calefacción.
1. Entiende tu sistema de calefacción
El primer paso para saber cuánto tiempo dejar encendida la calefacción es entender cómo funciona tu sistema de calefacción. Existen varios tipos de sistemas, y cada uno tiene características particulares que influyen en su consumo energético y eficiencia.
Tipos de sistemas de calefacción:
Calefacción de gas natural: este tipo de sistema usa gas natural como combustible, generalmente distribuido por red, y proporciona calor por toda la casa a través de radiadores o conductos de aire. Se trata de un sistema eficiente y relativamente económico en zonas con acceso al gas natural.
Calefacción de gasoil: utiliza el gasóleo como combustible y este es almacenado en depósitos. A día de hoy es menos común, pero todavía se sigue utilizando en muchas áreas. Requiere una caldera específica y suele ser un poco más costoso a nivel factura.
Calefacción eléctrica: sistema que utiliza la electricidad para generar calor a través de radiadores, acumuladores o suelo radiante. Es fácil de instalar y mantener, pero su coste suele ser alto a nivel factura.
Estufas eléctricas o de gas: suelen ser opciones cómodas para espacios pequeños o como calefacción suplementaria. Sin embargo, su uso prolongado puede aumentar rápidamente los costes.
Existen otro tipo de sistemas de calefacción aún más eficientes y con las que se puede ahorrar energía:
Calefacción por aerotermia: utiliza energía del aire exterior para climatizar la vivienda, mediante una bomba de calor. Se trata de un sistema muy eficiente, ya que puede generar más energía térmica de la que consume. Además se puede usar como calefacción y refrigeración. Suele tener un coste de inversión elevado, pero rentable a largo plazo.
Calefacción en base a energía solar: usa paneles solares térmicos para calentar agua que circula por un sistema de calefacción. Se trata de un sistema 100% renovable y eficiente con el medio ambiente. Sin embargo, depende de la radiación solar, por lo que normalmente se depende otro sistema de apoyo (gas natural, gasoil u otro).
Calefacción con biomasa: utiliza residuos orgánicos (pellets, astillas, leña…) como combustible. Se trata de un sistema renovable ya que las emisiones generadas son reabsorbidas por los árboles. Se requiere una estufa específica para este sistema de calefacción.
Comprender tu sistema te permitirá planificar cuánto tiempo es razonable dejarlo funcionando y cómo optimizar su eficiencia.
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2. Calefacción: tiempos de encendido
Este es un debate más común de lo que crees. Algunas personas piensan que es más eficiente dejar la calefacción encendida todo el día a baja temperatura, mientras que otras prefieren encenderla solo cuando sea necesario.
La respuesta depende de varios factores, entre los que destacan, el aislamiento de tu hogar, el tipo de sistema de calefacción que tengas y por supuesto, el tamaño de tu vivienda.
En un hogar bien aislado, puede ser más eficiente encender la calefacción solo cuando sea necesario, ya que las paredes, ventanas y puertas retendrán el calor durante más tiempo. En estos casos, programar la calefacción para que funcione en intervalos es una opción más rentable.
En casas mal aisladas, el calor escapará rápidamente, lo que significa que es posible que tengas que encender la calefacción con mayor frecuencia. En este caso, mantenerla a una temperatura constante baja durante el día puede ser más eficiente, ya que el sistema no tendrá que trabajar tan duro para calentar la casa desde cero cada vez que lo enciendas.
En los siguientes apartados, te ofrecemos recomendaciones para optimizar el consumo y evitar facturas elevadas, usa un termostato programable y revisa el aislamiento de tu hogar.
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3. Uso de termostatos inteligentes y temporizadores
Los termostatos inteligentes y los temporizadores pueden ser tus mejores aliados para controlar el tiempo de uso de la calefacción y, al mismo tiempo, reducir el gasto. Estos dispositivos permiten programar la calefacción de acuerdo con tu rutina diaria, optimizando su funcionamiento y evitando que esté encendida cuando no es necesario.
Termostatos inteligentes
Los termostatos inteligentes se pueden programar para encender y apagar la calefacción automáticamente según tu horario. Algunos incluso aprenden tus preferencias de temperatura y ajustan la calefacción en función del clima exterior. Además, puedes controlarlos de manera remota desde tu smartphone, lo que te da la libertad de ajustar la temperatura si sales de casa o si llegas antes de lo planeado.
Temporizadores
Los temporizadores también son una opción eficiente para controlar la calefacción. Puedes programar tu sistema para que se encienda una hora antes de que te levantes y se apague cuando te vayas al trabajo. Del mismo modo, puedes configurarlo para que se encienda un poco antes de que llegues a casa y se apague durante la noche, una vez que ya estés cómodo en la cama.
El uso de estos dispositivos te permite tener un control preciso sobre cuánto tiempo está encendida la calefacción, reduciendo el desperdicio energético y los costos.
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4. Temperaturas recomendadas para el uso eficiente de la calefacción
El siguiente aspecto crucial para no gastar de más en calefacción es mantener la temperatura adecuada en el hogar. Según los expertos, las siguientes temperaturas son ideales para diferentes momentos del día:
Durante el día: mantener la temperatura entre 19°C y 21°C es suficiente para estar cómodo sin desperdiciar energía.
Por la noche: mientras duermes, puedes bajar la temperatura a entre 15°C y 18°C. No es necesario que la casa esté tan caliente cuando estás bajo las mantas.
Cuando no estás en casa: Si vas a salir durante varias horas, puedes reducir la temperatura a entre 10°C y 12°C, lo cual evita que el hogar se enfríe demasiado y que el sistema tenga que trabajar en exceso para calentar la casa nuevamente.
Recuerda que por cada grado adicional que aumentes la temperatura, puedes incrementar el consumo energético en un 7-10%.
5. Optimiza el aislamiento de tu hogar
El tiempo que dejas encendida la calefacción también depende de lo bien que tu hogar mantenga el calor. Si el calor se escapa fácilmente por ventanas o puertas mal selladas, tendrás que usar la calefacción más tiempo para mantener la casa caliente. Mejorar el aislamiento puede reducir significativamente la necesidad de mantener la calefacción encendida durante largos periodos.
Formas sencillas de mejorar el aislamiento
Sellar ventanas y puertas: usa burletes o selladores para tapar los huecos por donde pueda entrar aire frío.
Doble acristalamiento: las ventanas con doble acristalamiento son más eficientes para retener el calor que las ventanas de cristal simple.
Cortinas gruesas: durante la noche, cerrar cortinas gruesas ayuda a mantener el calor dentro y el frío fuera.
Aislamiento del techo y paredes: Si puedes permitirtelo, mejorar el aislamiento en las paredes y el techo es una de las mejores formas de mantener el calor en el hogar.
Con un mejor aislamiento, podrás reducir el tiempo que necesitas encender la calefacción, ya que tu hogar se mantendrá caliente por más tiempo sin depender tanto del sistema de calefacción.
6. Consejos adicionales para reducir el tiempo de uso de la calefacción
Además de los puntos anteriores, aquí hay algunos consejos adicionales para asegurarte de que no gastas más de lo necesario en calefacción:
Aprovecha la luz solar: durante el día, abre las cortinas y persianas para dejar entrar la luz solar y aprovechar su calor natural.
Cierra las puertas de las habitaciones que no uses: no calentar habitaciones vacías es una excelente manera de ahorrar energía.
Utiliza alfombras: las alfombras ayudan a aislar el suelo, manteniendo las habitaciones más cálidas.
Vístete adecuadamente: a veces, simplemente añadir una capa extra de ropa puede permitirte mantener la casa a una temperatura más baja sin sacrificar el confort.
Si sigues estos consejos, no solo mantendrás tu hogar cálido y acogedor durante el invierno, sino que también lograrás ahorrar en tu factura de energía sin comprometer el confort.
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