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Tipos de economía colaborativa

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La economía colaborativa ha surgido recientemente como una forma de ayuda mutua. En Tarify te explicamos su definición, sus ventajas y desventaja y los tipos de economía colaborativa que existen.

¿En qué consiste la economía colaborativa?

Economía colaborativa es un término que se ha popularizado recientemente para referirnos al intercambio de objetos materiales o inmateriales entre dos o más personas a través de internet o de forma personal. También es denominada economía compartida.

La economía colaborativa consiste en prestar, alquilar, comprar o vender productos. Se trata de objetos de segunda mano, como coches, pisos, ropas o muebles, y servicios, como conocimientos y habilidades (clases particulares, etc.).

El objetivo es responder a las necesidades de los usuarios, y no tanto el beneficio económico. Es posible que una persona, por ejemplo, ofrezca alojamiento gratis durante unos días a cambio de recibir unas clases de otro idioma por parte de la persona interesada en el alojamiento. Así, se trata de un modelo centrado en la colaboración y la ayuda mutua.

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En España han surgido en los últimos años multitud de plataformas que promueven el consumo colaborativo. A pesar de las ventajas mencionadas a continuación, ha habido algunas protestas por algunos servicios basados en este tipo de economía.

Por ejemplo, las empresas de transporte han arremetido contra BlaBlaCar, pues aseguran que les están quitando empleo. Además, también se ha criticado en Nueva York a la plataforma de alquiler de vivienda Airbnb, pues en esta ciudad es ilegal alquilar un apartamento completo por menos de 30 días.


Ventajas

Algunos beneficios que derivan de este tipo de economía puede ser el ahorro gracias a que los productos y servicios que se ofertan tienen precios más bajos e, incluso, simbólicos. La economía colaborativa impulsa un desarrollo sostenible, la reutilización de los objetos es una manera de contribuir con el cuidado del medioambiente. Permite la gestión de los recursos, y los productos de segunda mano y los servicios compartidos aumentan la oferta que tienen los mercados tradicionales.


Desventajas

La economía colaborativa surge como un sistema relativamente altruista y de ayuda. Como decíamos, la clave no reside en el beneficio económico. Dejo mi apartamente por un precio bajo, presto mi sofá a cambio de alojamiento cuando viaje a otra ciudad...

Sin embargo, hay ocasiones en las que se ha desvirtuado esta idea original y personas y empresas que han entrado a aprovecharse del sistema y sacar rendimiento económico. En tal caso, sí pueden surgir casos de competencia desleal contra otras empresas del sector, además de terjiversar la idea originaria.


Tipos de economía colaborativa

Consumo colaborativo

Es la forma más conocida de la economía colaborativa. Los usuarios comparten, alquilan, intercambian o comercian bienes y servicios a través de plataformas digitales. Algunos de los ejemplos son: plataformas de carsharing  como Avancar, BlaBlaCar o SocialCar y plataformas para alquileres vacacionales como Airbnb o Wimdu.

Conocimiento abierto

Este tipo de economía colaborativa promueve la difusión del conocimiento sin barreras legales o administrativas. Es la base de la economía colaborativa, pues se fundamenta en prácticas y herramientas abiertas que permiten un crecimiento y una distribución más rápidos de los que tendría la economía tradicional. Por ejemplo: Open Data, Open Government, Licencias Creative Commons, etc.

Producción colaborativa

Este tipo de economía se fundamenta en la cultura Do It Yourself (Hazlo tú mismo). Son células que, además de ofrecer, también producen. Se promueve así la difusión de proyectos o servicios de todo tipo de forma digital. Algunos ejemplos son: la impresión 3D, FabLabs, MakerSpaces, Open Source Ecology o WikiHouse.

Finanzas colaborativas

Son microcréditos, préstamos, ahorros, donaciones u otras vías de financiación como el crowfunding. Está basado en la confianza, puesto que, si la gente no confía en que el proyecto vaya a salir adelante, no lo financiará. Además, aquí también entra en juego el auge de las monedas virtuales o criptomonedas, como una nueva forma de intercambio de valor. Ejemplos: Kickstarter, Bitcoin, Ulule, Prosper, etc.