Índice de reparabilidad, ¿qué es?
¿Eres de los que cambia de iPhone cada año? En este post te explicamos en qué consiste la nueva iniciativa del gobierno, por si cambias de opinión.
Con el objetivo de luchar contra la previsión de vida que hacen los fabricantes de dispositivos electrónicos, el Ministerio de Consumo de España ha puesto en marcha una iniciativa muy útil: el índice de reparabilidad.
El objetivo es frenar la obsolescencia programada. No solo desde un punto de vista económico, también ecológico. Esto significa que, la propuesta del gobierno pretende concienciar a la población sobre el consumo sostenible y, sobre todo, en términos medioambientales.
De hecho, según explican en La Vanguardia, una sola batería de un teléfono móvil puede contaminar hasta 600.000 litros de agua. ¿Aún piensas que cambiar de smartphone cada año es necesario?
En este post te explicamos la definición exacta del índice de reparabilidad y, también, te ofrecemos unos consejos prácticos para aportar tu granito de arena en términos de consumo responsable y contribución con el medioambiente.
Índice de reparabilidad: qué es
El pasado 15 de marzo, Alberto Garzon, ministro de Consumo del Gobierno de España, anunció una nueva iniciativa para acabar con la obsolescencia programada: el índice de reparabilidad.
Se trata de un etiquetado para dispositivos electrónicos que clasifica en una escala de puntuación del uno al 10. Siendo uno la peor puntuación y 10 la mejor.
La idea es que el consumidor pueda comprender la etiqueta fácilmente y, en base a ella, tome una decisión. Digamos que un producto con un índice de reparabilidad bajo puede influir en la compra. ¿El motivo? el precio de los dispositivos electrónicos actuales. Son caros y, por tanto, la idea de la mayoría de consumidores es que duren lo máximo posible.
La iniciativa sigue los estándares europeos con el conocido “derecho a reparar”. Así pues, España es uno de los primeros países en implantar el índice de reparabilidad, después de Francia.
El índice francés ya es obligatorio para todas las empresas. El cliente puede consultar la puntuación en el momento que desee: a través de la página web o en la compra presencial.
¿Cómo se obtienen los puntos?
De cara a obtener el resultado, se evalúan cinco criterios principales. Todos ellos se puntúan hasta un total de 20 y, después, la suma total de los puntos se divide entre 10.
Algunas de las consideraciones que se tienen en cuenta para obtener una mejor puntuación:
- El fabricante incluye en el paquete documentación sobre métodos de reparación. También se tiene en cuenta el nivel de detalle de esta información.
- El producto es fácilmente desmontable.
- Las piezas para reparar el dispositivo son fáciles de conseguir.
- El precio de los repuestos y el producto original están equilibrados. Las puntuaciones obtenidas las establecen los propios fabricantes. Si bien, las autoridades de Consumo establecerán un exhaustivo análisis para cerciorarse que cumplen con lo establecido.
"Se tendrá en cuenta la documentación proporcionada por el fabricante para la reparación y la facilidad para desmontar el producto.
También sumará en el cálculo la disponibilidad de piezas de repuesto, la relación entre el precio de las piezas de repuesto y del producto original, así como otros criterios específicos en función de la categoría AEE (asistencia y facilidad en el reinicio de software)" . Ministerio de Consumo.
¿Cuándo entrará en vigor y qué dispositivos deben incluirlo?
Francia impone como obligatorio este índice de reparabilidad en los siguientes dispositivos electrónicos: smartphones, ordenadores portátiles, televisiones, lavadoras y cortadoras de césped.
En España, estos datos se desconocen. Aún no se ha especificado sobre qué dispositivos se aplicará el índice ni tampoco la fecha exacta en la que entrará en vigor esta nueva iniciativa.
Reducir el impacto ambiental a causa de la obsolescencia programada
Estos son algunos consejos que pueden ayudar, en gran medida, a reducir el impacto ambiental derivado de los dispositivos electrónicos mal reciclados:
Aumentar el tiempo de vida del dispositivo
Sí, somos conscientes de que ha salido el último iPhone, que tiene una cámara que cautiva a Spielberg y un ultraprocesador que le convierte en el teléfono inteligente más veloz del mercado. Pero… ¿qué hay de tu iPhone X del 2018? Solo tiene tres años y aún te funciona como el primer día. Puede que la batería le dure un poco menos pero... ¿es realmente necesario que lo cambies? Piénsatelo dos veces, el medioambiente te lo agradecerá (y tu bolsillo, también).
Fomentar la compra de reacondicionados
En los últimos años, la venta de dispositivos reacondicionados se ha vuelto una tendencia. ¿Los motivos? Mismo producto, más barato y con garantía (a veces incluso mejores que las del fabricante).
Si no te lo crees, echa un vistazo a la web de Apple. Cuenta con una sección que incluye un amplio listado de dispositivos reacondicionados. ¡Dale una segunda vida a un iPhone, Mac, iPad o Apple Watch!
Optar por iniciativas de reciclaje
Apostamos a que tienes más de un teléfono móvil guardando polvo en un cajón. Es hora de que los recicles como es debido. Actualmente, existen diversas iniciativas centradas en reciclar dispositivos electrónicos de forma sostenible.
De esta manera, las piezas se pueden usar para diseñar nuevos formatos y se evita tener que explotar más aún los recursos naturales necesarios en el proceso de fabricación de, por ejemplo, un smartphone. ¿Te animas?