Tecnología y móvil

Europa apuesta porque haya un cargador universal

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¿Y si solo hubiera un tipo de cargador que fuera compatible con todos los móviles? La Unión Europea lleva años pidiendo el cargador único, y puede que esté muy cerca de haberlo logrado.

Mientras hace años cada marca tenía cargadores con su propia ranura, actualmente la ranura estándar de los smartphones es la microUSB, que convive con la USB C y con los cargadores de Apple, los llamados lightning. Todo apunta a que con el tiempo solo sobrevivirá una, y la Unión Europea aboga por que así sea, al menos en los móviles fabricados en sus países miembros. ¿Estamos cada vez más cerca de tener un cargador único universal?

“Me he quedado sin batería en el móvil… ¿alguien tiene un cargador?” Todos hemos escuchado esta frase más de una vez, y, los más observadores, incluso habrán notado que la respuesta ha ido cambiando con los años. Hemos pasado de responder con un “¿Qué marca es tu móvil?” a contestar con un escueto “sí”. 


Actualmente existen tres tipos de conectores mayoritarios en el mercado; el estándar microUSB, el USB tipo C y el lightning de Apple


¿Por qué un cargador único?

Los que abogan por un único cargador universal para todos los móviles, defienden que supone muchísimas ventajas para los consumidores, cómo la comodidad de poder prestar y que te presten un cargador en una urgencia, o el ahorro, al poder seguir utilizando cargadores de terminales antiguos en caso de que el original se rompa o deteriore ya que, actualmente, aunque la mayoría de móviles tengan el conector de carga microUSB, no todos los modelos cargan con la misma potencia.

Pero la razón de más peso para empezar a utilizar un cargador universal es la de cumplir nuestro compromiso con el planeta y el de intentar crear un consumo sostenible. El e–waste o basura electrónica genera más de 51.000 toneladas de residuos al año y no hace más que aumentar. Según la Comisión Europea, un cargador universal ayudaría a reducir estas ingentes cantidades de basura electrónica.


Los desechos electrónicos contienen sustancias como el cadmio, el antimonio, el níquel o el mercurio, elementos altamente tóxicos que desequilibran los ecosistemas


La batalla europea

La lucha de la Comisión Europea por conseguir este cargador universal se remonta a hace más de una década, en la que ya ha conseguido reducir de 30 conectores diferentes a solo tres.

En 2009, la CE aprobó el cargador microUSB como estándar de mercado, medida que acordaron junto a las principales compañías del mundo en diseño y fabricación de teléfonos móviles. En 2012, el cargador microUSB quedó finalmente implantado, pero la UE no ha querido detenerse ahí y sigue apostando por un solo conector para móviles. Incluso ha barajado la idea de incluir en el pack a todos el resto de aparatos electrónicos, lectores eBook, portátiles o tabletas. Su intención prioritaria es la de reducir basura y ser fiel al European Green Deal o Gran Pacto Verde de Europa.

Fue el 31 de enero de 2020 cuando el parlamento europeo volvió a la carga y decidió retomar esta iniciativa, reclamando a la Comisión Europea la legislación del cargador universal. La votación salió favorable por una muy amplia mayoría, con 582 votos a favor, 40 en contra y 37 abstenciones.

El plan de la UE era que dicha normativa se hiciera realidad antes de julio de ese mismo 2020, pero se acabó posponiendo. Sin embargo, todo parece indicar que la tendremos para el próximo mes de septiembre de este 2021, y que las exigencias europeas no caerán en saco roto.

Ahora solo queda que las marcas lo pongan en marcha en sus nuevos modelos.

El tipo C, ¿el futuro cargador universal?

 

Una vez aprobada la medida, será cuestión de tiempo que se acuerde un nuevo cargador y se empiece a implantar.

Por el contrario de lo que podemos pensar, el microUSB, módelo estándar de cargador, no es el que tiene más probabilidades de convertirse en el cargador universal. Esta clavija es la más utilizada en móviles de gama media y baja, pero ya ha dejado de utilizarse en los móviles de gama alta, siendo sustituida por el USB tipo C, por lo que le convierte entonces en la opción más probable.

Apple, el último mohicano

Algunas de las empresas tecnológicas ya han compartido su opinión sobre esta medida, y no para aplaudirla, precisamente. Es el caso de Apple, el gigante informático, que se ha posicionado en contra. Aunque la empresa ya usa el puerto USB tipo C en algún que otro iPad o MacBook, el conector específico común en sus móviles sigue siendo el lightning.

Apple ha defendido que un cargador único y universal puede ahogar la innovación, y además no lograría el efecto ecológico deseado, puesto que la gente tendría que tirar los cargadores que ya no servirían, creando molestias en los consumidores y una basura electrónica sin precedentes. También hay que tener en cuenta que los cables y accesorios específicos de una marca suponen un beneficio económico para la marca y muchas verían mermados esos ingresos.

En cualquier caso, si en septiembre acaba aprobándose el texto legislativo, a Apple no le quedaría más remedio que adaptarse al USB Tipo C, y a nosotros el de seguir compartiendo nuestros cargadores con todo el que lo necesite.