¡Gira el móvil!
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Las videollamadas consumen mucho más ya que el vídeo ocupa mucho más que el texto o las fotos.
En la época que vivimos actualmente, las videollamadas se han convertido en el medio de comunicación más importante, ya sea por cuestiones laborales o como método de seguir manteniendo relaciones sociales con nuestras personas más cercanas.
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Sin embargo, estas tienen un inconveniente, y es que el vídeo ocupa mucho más que el texto o las fotos. En la mayoría de las ocasiones intentamos llevar a cabo las videollamadas desde casa o desde el puesto de trabajo, ya que es donde hay WiFi.
Pero precisamente porque se han vuelto tan importantes, es posible que tengamos que realizar alguna llamada desde la calle, o en un lugar en donde no hay WiFi y debemos consumir datos de nuestra tarifa móvil. Mucha gente aún no dispone de tarifas de datos grandes, por lo que es importante saber cuántos datos consume una videollamda.
Hay que tener en cuenta una serie de aspectos importantes a la hora de valorar que una videollamada consuma más o menos.
En una videollamada intervienen diferentes redes:
Por ello, hay que tener en cuenta que en un momento dado de la videollamada una de estas redes puede saturarse porque hay muchos usuarios, con lo que el ancho de banda disminuye y la calidad de la videollamada cae. Es algo que no podemos controlar ni anticipar.
El tamaño del vídeo depende de las cámaras que se usen. Es obvio que no es lo mismo el consumo de una videollamada con una cámara frontal que realiza videos a 480p, que otra que realice vídeos a 720p o incluso a 1080p.
Los servicios de videollamadas usan diferentes algoritmos de compresión para reducir el tamaño del vídeo. La mayoría de las veces es variable, y depende de muchos aspectos ya sea la saturación, que se de prioridad a usuarios de pago o usuarios de ciertos países, a usuarios de ciertas redes (4G vs WiFI), etc
Por eso ciertos servicios pueden funcionar rápido con unos usuarios, y lentos con otros, o cambiar en función de la videollamada.
El vídeo se codifica, es decir, se convierte en datos usando cierto codec, que va mejorando con el tiempo. También se puede dar el caso de que la plataforma lo cambie a menudo. Por eso el consumo de una videollamada puede cambiar cada poco tiempo, según el codec que se use.
En una videollamada, la calidad de la misma suele depender de la peor conexión. Si en una conversación cuatro usuarios usan WiFi a 600 Mbps y un usuario tiene ADSL a 20 Mbps, la calidad de la conexión va a bajar para que ese usuario no lo vea entrecortado, ya que su red WiFi es menos potente.
También puede darse el caso de que uno de los que esté usando WiFi a 600 Mbps tiene otra conexión de un familiar que está subiendo archivos sin darse cuenta, ocupando todo el ancho de banda.
Los datos que vamos a ver se refieren a llamadas con dos o tres usuarios mínimo. Con llamadas en grupo, los servicios suelen asignar un poco más de ancho de banda. Por tanto, si llamas en grupo ten en cuenta que deberás añadir entre un 20 y un 50% más de datos a los aquí reflejados.
A veces el cosnumo está asociado a la calidad del audio. Es decir como menos datos consume, peor se oye. Quizá no importe que el vídeo se vea un poco borroso, pero si audio se entrecorta o está muy comprimido no entenderemos lo que dice nuestro interlocutor y la videollamada no habrá conseguido el objetivo deseado. Aunque consuman un poco más, busca servicios en donde el audio no esté muy comprimido y se entienda bien.
Lo que intentamos decir con todo esto, es que hacer un par de videollamadas de prueba y medir lo que consume no sirve de mucho, porque depende de muchos factores, y puede que pillemos un mal o un buen escenario, que no se corresponde con los valores normales del servicio.
Medir lo que consume una videollamada es sencillo. El móvil registra el consumo de cada app. Solo hay que consultar el consumo total antes y después de la videollamada en los ajustes, y hacer las cuentas correspondientes.
Tecnología y móvil
Las videollamadas consumen mucho más ya que el vídeo ocupa mucho más que el texto o las fotos.
En la época que vivimos actualmente, las videollamadas se han convertido en el medio de comunicación más importante, ya sea por cuestiones laborales o como método de seguir manteniendo relaciones sociales con nuestras personas más cercanas.
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Sin embargo, estas tienen un inconveniente, y es que el vídeo ocupa mucho más que el texto o las fotos. En la mayoría de las ocasiones intentamos llevar a cabo las videollamadas desde casa o desde el puesto de trabajo, ya que es donde hay WiFi.
Pero precisamente porque se han vuelto tan importantes, es posible que tengamos que realizar alguna llamada desde la calle, o en un lugar en donde no hay WiFi y debemos consumir datos de nuestra tarifa móvil. Mucha gente aún no dispone de tarifas de datos grandes, por lo que es importante saber cuántos datos consume una videollamda.
Hay que tener en cuenta una serie de aspectos importantes a la hora de valorar que una videollamada consuma más o menos.
En una videollamada intervienen diferentes redes:
Por ello, hay que tener en cuenta que en un momento dado de la videollamada una de estas redes puede saturarse porque hay muchos usuarios, con lo que el ancho de banda disminuye y la calidad de la videollamada cae. Es algo que no podemos controlar ni anticipar.
El tamaño del vídeo depende de las cámaras que se usen. Es obvio que no es lo mismo el consumo de una videollamada con una cámara frontal que realiza videos a 480p, que otra que realice vídeos a 720p o incluso a 1080p.
Los servicios de videollamadas usan diferentes algoritmos de compresión para reducir el tamaño del vídeo. La mayoría de las veces es variable, y depende de muchos aspectos ya sea la saturación, que se de prioridad a usuarios de pago o usuarios de ciertos países, a usuarios de ciertas redes (4G vs WiFI), etc
Por eso ciertos servicios pueden funcionar rápido con unos usuarios, y lentos con otros, o cambiar en función de la videollamada.
El vídeo se codifica, es decir, se convierte en datos usando cierto codec, que va mejorando con el tiempo. También se puede dar el caso de que la plataforma lo cambie a menudo. Por eso el consumo de una videollamada puede cambiar cada poco tiempo, según el codec que se use.
En una videollamada, la calidad de la misma suele depender de la peor conexión. Si en una conversación cuatro usuarios usan WiFi a 600 Mbps y un usuario tiene ADSL a 20 Mbps, la calidad de la conexión va a bajar para que ese usuario no lo vea entrecortado, ya que su red WiFi es menos potente.
También puede darse el caso de que uno de los que esté usando WiFi a 600 Mbps tiene otra conexión de un familiar que está subiendo archivos sin darse cuenta, ocupando todo el ancho de banda.
Los datos que vamos a ver se refieren a llamadas con dos o tres usuarios mínimo. Con llamadas en grupo, los servicios suelen asignar un poco más de ancho de banda. Por tanto, si llamas en grupo ten en cuenta que deberás añadir entre un 20 y un 50% más de datos a los aquí reflejados.
A veces el cosnumo está asociado a la calidad del audio. Es decir como menos datos consume, peor se oye. Quizá no importe que el vídeo se vea un poco borroso, pero si audio se entrecorta o está muy comprimido no entenderemos lo que dice nuestro interlocutor y la videollamada no habrá conseguido el objetivo deseado. Aunque consuman un poco más, busca servicios en donde el audio no esté muy comprimido y se entienda bien.
Lo que intentamos decir con todo esto, es que hacer un par de videollamadas de prueba y medir lo que consume no sirve de mucho, porque depende de muchos factores, y puede que pillemos un mal o un buen escenario, que no se corresponde con los valores normales del servicio.
Medir lo que consume una videollamada es sencillo. El móvil registra el consumo de cada app. Solo hay que consultar el consumo total antes y después de la videollamada en los ajustes, y hacer las cuentas correspondientes.