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Calibrar la pantalla del ordenador es una acción imprescindible la primera vez que configuras un equipo o añades un monitor.
Si tienes Windows 10, en este artículo te explicamos cómo configurar tu pantalla de forma rápida y sencilla.
Además, te ofrecemos una serie de trucos imprescindibles para tu pantalla que te resultarán muy útiles en el día a día:
Ya sea porque te acabas de comprar un monitor o quieres probar la diferencia que supone ver unos colores intensos y realistas, es muy recomendable que ajustes la resolución y calibres los colores de tu pantalla.
Los diseñadores necesitan trabajar con una calibración muy precisa, por lo que utilizan herramientas de ajuste externas como colorímetros o espectrómetros. Para uso doméstico o profesional no especializado en diseño, nos basta con usar la funcionalidad que incorpora Windows 10.
Calibrar la pantalla nos permite visualizar los colores más parecidos a la realidad. Si lo hacemos con la herramienta que nos ofrece nuestro sistema operativo, será un proceso guiado muy sencillo.
También es recomendable no tener habilitadas funciones que puedan interferir con el calibrado, como el modo noche.
1. Haz clic con el botón derecho sobre cualquier punto del escritorio y selecciona ‘Configuración de pantalla’.
2. Una vez dentro del menú de configuración de pantalla, localiza en la parte inferior un link a ‘Configuración avanzada’.
3. Dentro de las opciones avanzadas veremos las propiedades de las pantallas que tengamos conectadas y las del propio PC.
4. Se nos abrirá la siguiente ventana. Hacemos clic en la tercera pestaña superior: ‘Administración del color’.