¿Eres adicto al móvil? Aquí te indicamos los síntomas principales
La nomofobia proviene del anglicismo "mo mobile phone phobia" y está definida como el miedo irracional a estar sin el teléfono móvil.
En los últimos años el uso del teléfono móvil se ha disparado hasta niveles insospechados. Hoy en día no concebimos la vida sin un smartphone en la mano y, lo más importante, sin datos móviles o WiFi. En un principio, el teléfono era concebido únicamente como un instrumento de comunicación. Sin embargo, con el paso de las décadas, los jóvenes millenials han terminado convirtiendo esa ventaja de comunicación en una necesidad.
Sentimos la necesidad de estar permanentemente conectados a lo que ocurre en la red, nuestras vidas giran en torno al mundo digital como si, de alguna manera, lo que está fuera de las redes sociales o internet no existiera del todo. La conclusión es simple: si no existes en la red, no existes en la vida real. Desgraciadamente, esta concepción de los teléfonos móviles es lo que ha llevado a muchos jóvenes a sufrir nomofobia, palabra que define esta adicción desmedida al móvil.
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A continuación, te mostramos los síntomas de esta adicción y cómo comprobar si te has convertido en uno de esos adictos al teléfono móvil.
¿Qué es la Nomofobia?
La nomofobia está definida como el miedo irracional a estar sin el teléfono móvil. La palabra proviene del anglicismo "mo mobile phone phobia" y cada es más frecuente encontrar esta "enfermedad" entre la población más joven.
Según algunos estudios, el 68% de la población española tiene el móvil en la mano mientras ve la televisión. De hecho, el sector más afectado son los adolescentes y la generación Millenial, nacida en pleno auge de estas nuevas tecnologías. Ahora los jóvenes tienen su primer móvil a los 10 años y son capaces de estar, prácticamente, todo el día pegada a este aparato jugando, chateando, subiendo fotos a sus redes sociales, etc.
No obstante, la población más adulta tampoco está del todo a salvo de esta adicción. Por eso, si quieres saber en qué grado eres adicto al móvil, sigue leyendo. Te mostramos algunos síntomas de esta adicción con los que puedes sentirte identificado.
10 síntomas que demuestran que eres adicto al móvil
Algunos síntomas como la irratibilidad o el nervisosimo cuando no tenemos cerca el teléfono o el mero hecho de estar constamente pendientes de él en cuanto la pantalla se ilumina, pueden ser claros ejemplos de que sufrimos una adicción al móvil.
1. Intentar mantener cerca el teléfono en todo momento
Una de las señales más inequívocas de que existe nomofobia es la necesidad constante de tener el móvil cerca, hasta el punto de sentir pánico cuando lo perdemos de vista. Seguramente te habrás dado cuenta que llevas el teléfono en la mano cuando vas al baño, cuando vas a la cocina y abres la nevera para comer algo, cuando te sientas en el salón a ver una peli... Incluso cuando nos vamos a dormir lo dejamos en la mesita de noche, a unos pocos centímetros de nosotros.
Si te has dado cuenta de eso y, además, eres de los que prefiere llevar el móvil en la mano antes que en el bolsillo o en el bolso, deberías replantearte por qué es.
2. Consultas el móvil compusivamente
A veces, aunque no estés esperando una llamada importante o un mensaje, desbloqueamos el móvil sólo para comprobar si tenemos alguna notificación nueva. De hecho, lo hacemos incluso varias veces por minuto. ¿Te ha pasado que enciendes la pantalla del móvil para ver la hora y a los pocos segundos te das cuenta de que ni siquiera te has fijado en la hora? Si tu patrón se acerca a esta descripción es posible que sufras una adicción al móvil.
3. Cuando el móvil es lo primero y lo último en lo que piensas cada día
Otra forma importante de medir tu adicción al móvil es pensar en tu rutina diaria. Si lo primero que haces nada más despertarte es mirar el móvil y lo último que haces antes de irte a dormir es consultar el móvil, entonces estamos ante un claro caso de nomofobia.
4. La batería no te dura un día
Es cierto que la batería de los móviles de hoy en día deja bastante que desear, pero también es cierto que estar usándolo constamente también repercute en que se agote antes. Así que, si tu teléfono es nuevo, con batería recien cambiada, y aun así tienes que cargarlo varias veces al día...entonces, querido amigo, eres adicto al móvil.
Otro síntoma irrefutable es ese pánico que sentimos cuando recibimos el aviso de que tenemos la batería a punto de agotarse y no estamos en casa para poder cargarlo. En el fondo, nos aterra estar en la calle sin el teléfono móvil operativo, aunque no por razones puramente comunicativas, sino por la necesidad de estar permanentemente conectados a él.
5. Lo usas incluso en reuniones sociales
Cada vez es más habitual esa imagen de ver a seis jóvenes sentados en un mismo banco y todos con la vista clavada en su smartphone. De hecho, una de las grandes preocupaciones actuales es que se pierdan las capacidades de relacionarse de forma presencial, dadas todas las relaciones virtuales que se establecen ahora.
Si quedas con tu familia y tus amigos y estás más pendiente de tu móvil que de lo que pasa en esa reunión... entonces debes tener claro que tienes adicción al móvil.
6. Sufres a menudo la "vibración fantasma"
Otro síntoma bastante curioso y frecuente en la población con nomofobia es sentir constantemente que tu móvil está vibrando en tu bolsillo. Este es un acto reflejo del cerebro que, acostumbrado a ese presión de estar conectado con el móvil, establece una relación y envía un aviso falso de una vibración que no existe.
Digamos que es algo así como una vibración imaginaria o mental, producida por el estrés que nos produce recibir un mensaje y no contestarlo al instante.
7. Antepones el móvil a otras tareas importantes
Cuando anteponemos el móvil a otras funciones importantes...ahí ya sí que hay un problema de adicción claro. ¿Cuántas veces has perdido el bus o has cruzado de mala manera por ir revisando tu móvil? No hace falta que contestes, seguramente la respuesta sea "una cuantas".
El hecho de recibir una notificación y parar todo lo que estemos haciendo, dejar de prestar atención a nuestro alrededor, por focalizar todos nuestros sentidos en ese mensaje, es otro síntoma de nomofobia.
8. Desayunas, comes y cenas con el móvil
Para nosotros el comer sin el móvil encima de la mesa ya no es una opción. Se ha convertido en costumbre revisar las notificaciones en la hora de las comidas, momento que deberíamos emplear en alimentarnos bien y establecer comunicación con aquellos con los que compartimos la mesa.
Si alguna vez has retrasado o adelantado tu hora de la comida para comer solo y no compartir mesa con alguien de la unidad familiar y así revisar tranquilamente tu móvil... déjame decirte que tienes otro síntoma grave de adicción al teléfono.
9. Una elevada factura telefónica
Si eres de los que paga el paquete más caro de datos para no quedarte nunca sin conexión, igual deberías replantearte qué nivel de nomofobia tienes. Probablemente no necesites tanto y estés pagando más por algo que nunca llegas a amortizar, pero tu miedo a quedarte incomunicado de la sociedad virtual te hace contratar mucho más de lo que necesitas "por si acaso".
10. Estás leyendo este post desde tu móvil
Es bastante probable que, si tienes nomofobia, hayas llegado hasta este post desde tu móvil y ahora lo estés leyendo desde la pantalla de tu smartphone en lugar de un ordenador. A pesar de que hay otros formatos más cómodos para realizar ese tipo de lectura, el hecho de llevar el móvil siempre encima hace que terminemos usándolo más que otros dispositivos más adaptados para el formato en cuestión.
Si después de esto, sigues teniendo dudas sobre tu adicción al móvil, puedes descargarte Cheeky, una app que contabiliza el número de veces que desbloqueas tu smartphone. Por el momento sólo está disponible para dispositivos android. Descárgala ya en el Play Store y descubre si eres adicto al móvil.