Como en la mayoría de los hogares españoles, seguro que en tu casa también existe el eterno debate sobre si es mejor apagar el router por las noches o dejarlo encendido durante todo el día.
Se suele decir que las ondas electromagnéticas del router son perjudiciales para la salud y que por eso es bueno apagarlo cuando no se usa. También se dice que al apagarlo por las noches el ahorro en la factura es notable. Otros tantos, están convencidos de que los equipos pierden vida útil al encenderlos y apagarlos todos los días. Sin embargo, ¿qué es verdad y qué es solo leyenda urbana?
Para poder llegar a una conclusión un poco más acertada, vamos a calcular cuánto consume un router que está encendido todo el día y si realmente merece la pena lo que nos ahorramos en la factura al apagarlo durante unas horas. Si además, crees que estás pagando demasaido en tu factura de la luz, echa un ojo a las mejores ofertas del mercado con nuestro comparador de energía.
Aunque parezca mentira, un router consume casi la misma cantidad de electricidad que una bombilla de bajo consumo, que ronda los 20 vatios. Para el router no hay un consumo fijo estipulado, ya que depende de la compañía con la que tengas contratada tu tarifa de internet. Pero la media de gasto por hora está entre 12 y 18 vatios.
Tomando de referencia una media de 14 vatios y un coste del precio de la luz estimado en 0,14€/kwh, podemos hacer el cálculo de cuánto gastaríamos en un año de uso.
En cuanto a si es mejor dejarlo encendido todo el día o apagarlo por las noches y en las horas del día que no estemos en casa, hay opiniones bastante enfrentadas. Hay usuarios que están convencidos de que estos equipos se desgastan más por el hecho de estar continuamente sometidos a procesos de arranque y apagado.
Sin embargo, también existe un fenómeno poco frecuente llamado 'chip creed', que puede afectar a nuestro equipo en el caso contrario. Si un router se deja encendido todo el día, termina calentándose. Y si la temperatura ambiente de la casa es baja, el contraste hace que los sistemas del aparato estén en un constante proceso de contracción y dilatación, que también castiga la vida útil del equipo.
Conclusión. Como hemos visto, el ahorro a fin de mes no es tan notable como para tomar la decisión de apagarlo o no, aunque va en función de lo mucho que quieras apretarte el cinturón con las facturas. Por lo tanto, es más una decisión personal y depende más de con cuál de estas posturas te sientas más identificado.