Embarcarse en una obra o cualquier tipo de reforma siempre requiere un esfuerzo mental importante. Es necesario tener claras las ideas para que todo salga como queremos. Pero ojalá esto fuera todo. Llega la parte más costosa de toda obra: el gasto económico. Y dentro de él, hay que tener en cuenta un factor que mucha gente pasa por alto… ¡Los obreros necesitan electricidad!
Es evidente que los trabajadores que lleven a cabo la obra precisarán de luz y electricidad para poder llevar a cabo su trabajo y utilizar su maquinaria. Para ello, no es necesario hacer uso de la tarifa de luz común que ya tengas, sino que existe otro tipo llamado luz de obra.
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La luz de obra es un tipo de suministro eléctrico especial que se solicita únicamente cuando se va a utilizar electricidad para llevar a cabo obras de construcción o reformas en algún inmueble o local. Por tanto, tiene un carácter temporal, en ningún caso se emplea este tipo de luz para la vida diaria.
Se trata de un suministro “especial” que no siempre será necesario. Dependerá de dos factores:
1. La empresa contratada para realizar la obra o reforma.
2. El proyecto de la obra.
Es importante saber que el pago por alta de luz de obra funciona como una señal. Es decir, cuando finalice la obra y nos demos de baja, nos devuelven una parte de nuestro dinero.
¿Realmente necesito luz de obra para llevar a cabo mi proyecto de obra? Esto es lo primero que debemos pensar.
Si finalmente fuera necesario contratarla, la propia empresa de reformas o construcción suele ser la encargada de gestionar el tema. Pero en caso de que la compañía se desentienda y te toque a ti solucionar la papeleta, estos son los trámites que debes tener en cuenta:
La obra sin terminar y el contrato de luz de obra a punto de finalizar… ¿¡Qué hago!?
No pasa nada. Es tan fácil como adelantarnos a los acontecimientos. Puedes pedir una prórroga del suministro o, directamente, tramitar la baja de luz de obra y el alta definitiva para el consumo diario de electricidad.
El plazo para dar de alta cualquier tipo de luz oscila entre los siete y diez días hábiles. Es un dato a tener en cuenta, ya que, si el tiempo se nos echa encima y no lo hemos solucionado, la distribuidora nos puede dejar colgados sin ningún tipo de problema.
En resumidas cuentas, es frecuente que sea la propia compañía la que realice todos los trámites de contratación de luz de obra, pero como más vale prevenir que curar, conviene que estemos informados y preparados en caso de que suceda algún percance.