El comercio electrónico o e-commerce es la compraventa de bienes y/o servicios por medios electrónicos, principalmente, a través de internet.
Características:
B2B (business to business): comercio de empresa a empresa a través de aprovisionamiento, ventas, e-sale y mercados sectoriales, e-marketplaces, etc.
B2C (business to consumer): comercio de empresa a consumidor a través de tiendas virtuales, e-shop o e-bay, subastas virtuales, e-auction y centros comerciales virtuales, e-mail, etc.
Comercio de consumidor o empresa a administración pública: las administraciones públicas tratan de favorecer sus relaciones con ciudadanos y empresas a través del comercio electrónico para facilitarles la realización de operaciones como abonar impuestos, obtener licencias, participar en concursos públicos, recibir servicios, etc.
Las grandes empresas hace muchos años que utilizan mecanismos digitales y cada vez son más y más las pequeñas y medianas empresas que se incorporan en este mercado.
Con la implantación y el asentamiento de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), internet se ha consolidado como un gran mercado en el que cada día se producen millones de operaciones comerciales. Estos avances en tecnología ponen a disposición de las empresas más facilidades para montar un negocio online.
El comercio electrónico acerca a los proveedores y los clientes y abarata los costes. Para que las empresas puedan estar bien posicionadas, necesitan una estrategia global y online.
El comercio online es todo un reto para el comercio tradicional, ya que este último se ve cada vez más desplazado. El e-commerce supone un nuevo canal que hasta hace poco no existía.Su crecimiento se ha visto favorecido por la mera existencia de internet y por el aumento masivo de este en nuevos soportes: los dispositivos móviles, como los smartphones o las tabletas.
Además, antes era más común pagar en efectivo. Ahora esto ha cambiado y se tiene menos miedo y más confianza al pagar con una tarjeta. Ya no le importa mucho a la gente dar los datos de la tarjeta y las formas de pago alternativas, como PayPal, han reducido la incertidumbre que puede producir la compra a través de la red.